Comenzó a dibujar su nombre en el pasillo de su casa cuando no tenía más de un metro de altura, desde entonces hasta el día de hoy son muchas las cosas que ha querido documentar. Ha dibujado agentes espaciales, cabras, monstruos indefensos, sirenas, madres, insectos, monos, ratones, coches, autobuses, graffitis, motosierras, moléculas, átomos… ¡Un montón de cosas!
Cuando Sbimbo no está pensando cómo dibujar algo, está dibujando su nombre en una pared u observando cómo funcionan las cosas que le rodean.
Ver cómo crecen las plantas, observar el juego de las golondrinas o cómo los gorriones se llevan las migas de pan, son sus grandes pasatiempos.